Mucho se habla del teatro y su «Nueva Normalidad” , como pretende esconder la resignación a tener que convivir junto al virus, que se ha coronado como el  centro de atención –y prácticamente el monarca y máxima autoridad- de nuestra actualidad. Pero la raza  humana se caracteriza por su capacidad para adaptarse a todo lo que nos venga. Por lo que aquí estamos, avanzando en el camino de la vida, adaptando nuestras costumbres a  lo que su absolutista majestad microscópica nos permita. 

En mi anterior artículo mencionaba que  el Teatro se ha reinventado para poder seguir adelante y no caer por el precipicio. En éste, explicaré de qué formas lo ha hecho a partir de mi experiencia, en un taller de teatro musical que realicé en AULES. Que sí, es una muestra no profesional realizada en  una escuela por actores aún en formación. Pero no deja de haber sido una representación teatral  que hemos tenido que ensayar y presentar ante público. Viviendo el proceso como si de una  producción profesional se tratara y dirigidos por profesionales en activo.

¿Queréis saber cómo nos las apañamos?  Seguid leyendo… 

OBRAS DE TEATRO EN ESCUELAS «EL DESPERTAR DE LA PRIMAVERA» 

El taller que realizamos fue una adaptación del musical Spring Awakening , con música de Duncan Sheik y letras y libreto de Steven Sater. Fue  estrenado a mediados de 2006 en Off-Broadway para llegar a Broadway a finales del mismo año, consiguiendo ganar la friolera de 8 Premios Tony. Incluyendo el de Mejor Dirección de Musical,  Mejor Banda Sonora Original, Mejor Libreto Original y Mejor Musical. Está basado en la obra de  teatro homónima de 1891 del autor alemán Frank Wedekind. 

El tema principal de la producción es el despertar sexual de unos jóvenes en una localidad alemana a finales del siglo XIX. Cómo la influencia de los valores éticos de la  época, reforzados por una estricta educación en una sociedad opresiva, acaba desencadenando la tragedia. Otro tema de gran peso es la carencia de información, la  imposibilidad de la comunicación y la falta de empatía con nuestros progenitores, que ejercen  inconscientemente como guías y referentes en cada una de nuestras vida. Tras este  análisis profundo del trasfondo de la función, puede sonar todo un poco muermo, pero el  musical es un canto a la libertad. Acompañado de  potentes temazos rockeros acorde con la juventud y las inquietudes de los protagonistas. 

OBRAS DE TEATRO EN ESCUELAS EN PANDEMIA 

Nuestra adaptación fue dirigida por Àgata Casanovas, contó con la dirección musical de Albert Bolea y las coreografías corrieron a cargo de Marc Lluís Fernández. Siendo fieles al estilo que  caracteriza a la directora, se podría decir que hicimos una versión bastante “conceptual” del  musical. Huyendo del realismo más “de cajón” en la puesta en escena. Sacamos mucho provecho  de las posibilidades que nos brinda el medio y el código teatral, jugando con las posiciones en el  espacio, el ordenado movimiento escénico e incluso lucimos bonitos y expresivos estampados  florales en nuestro vestuario.

Pero hablemos de lo que hizo excepcional esta adaptación. Y es que en plena pandemia, tuvimos que levantar y mostrar esta suculenta función respetando las medidas de prevención. Para ello, la escuela colocó en el suelo del espacio de representación -y el de ensayo- una cuadrícula hecha con cinta de carrocero para respetar la distancia de seguridad. Detalle que a su vez ejercía como una maldición y una bendición para  nosotros, y que nuestra directora la aprovechó para perfeccionar la limpieza del juego de  posiciones y movimiento escénico.

ADAPTACION DE LA OBRA A LA PANDEMIA

Fuimos el único grupo que introdujo la mascarilla en la dramaturgia de nuestra propuesta, pues  llevábamos el bozal – con un bonito estampado floral – durante toda la obra. Solo nos la bajábamos en los momentos más íntimos, cuando nos tocaba cantar o en aquellas ocasiones que por exigencia de guion, necesitábamos hacerlo con la boca descubierta -o, siendo prácticos, cuando la distancia con respecto a nuestros compañeros nos lo permitía. Uno de los momentos decisivos en  que la introducción de la mascarilla hizo su máximo efecto fue en la escena en que… (ALERTA  SPOILER!!!) los protagonistas mantienen relaciones sexuales por primera vez, donde se desprenden de esa capa que no les permitía acabar de  exponerse al otro. Lo que acaba provocando que la joven protagonista se contagie de una nueva vida… por no haber tomado precauciones.  

OBRA DE TEATRO EN ESCUELAS Y SU ORGANIZACIÓN RESPONSABLE 

En cuanto a organización, la escuela fue muy consciente y responsable con el panorama actual.  Para ello, cada día a primera hora nos tomaban la temperatura a cada uno antes de entrar al ensayo y nos desinfectaban las manos con gel. Tras ello, nos obligaban a estar con la mascarilla en todo momento, menos cuando el trabajo  en clase precisaba quitárnosla y la distancia entre nosotros nos lo permitía; además, el uso del  baño estaba regulado, y cada vez que volvíamos a iniciar el ensayo tras los 15 minutos de pausa,  repetíamos el mismo ritual de purificación.  

PÚBLICO RESPONSABLE

En el caso de la muestra a público, los espectadores también tenían que superar la prueba para  acceder a sus asientos, que para evitar mezclar núcleos familiares, estaban distribuidos por  parejas y vendidos mediante entradas de doble asiento. Además, la sala se llenaba de atrás hacia  delante, y luego la salida se procedía a hacer por filas en el orden inverso, para así evitar al  máximo cualquier tipo de cruzamiento o posible contacto entre las parejas del público. Y por si  fuera poco, tras superar la prueba de limpieza de la puerta, a cada uno de los espectadores se  les apuntaba su nombre y su número de teléfono en su respectivo asiento de un mapa de lo que  vendría a ser la “platea”, para así tener ubicado en todo momento quién venía a qué y dónde se  había sentado, y así poder informar en el caso de posible contagio.

Y bueno, decir que este método también tenía sus problemillas, pues había un grupillo de espabilados (en el que me  incluyo) que se esperaban en la puerta para entrar los últimos -o directamente llegaban tarde para poder ver actuar a sus compañeros desde primera fila-, mientras que los inocentes  familiares que llegaban puntuales, acababan condenados a ocupar las filas del final. Pero oye,  que a pesar de estas triquiñuelas de espabilado, de todas las muestras que se han hecho durante  el verano en la escuela (que no han sido precisamente pocas) no ha habido ningún contagio.

APRENDIZAJE ACTORAL 

A mi me tocó interpretar a los 6 adultos masculinos interpretados desde la Comedia del Arte. Pero no todo fue coser y cantar, pues hubo uno de esos 6 personajes que me  supuso un reto más profundo. Me refiero al Padre de Moritz, el protagonista más mindundi que  (ALERTA SPOILER!!!) entre su trauma por su despertar sexual y las putadas que le regalan mis  personajes, acaba suicidándose. Básicamente, porque era mi único personaje que en lugar de  escudarme en la Comedia del Arte, lo presentaba desde el realismo más crudo. Sus apariciones en escena se limitaban a echarle una pedazo de bronca a su hijo –con hostias  conceptuales incluidas- en la que esencialmente se arrepiente de haberle engendrado, y justo  después le toca asistir al entierro de éste asumiendo que quizás esa misma bronca haya sido una  de las causas que precipitase a su hijo a quitarse la vida. Cortito pero intenso. 

La inteligente directora me aconsejó que para  el momento bronca, sintiera el peso de la situación y del personaje, y me diera el tiempo que  necesitase para ello. Un consejo que se me quedó marcado, fue el detalle de pensar en “retener  el texto”. Y es que tal cual, pues una vez que realmente ESTÁS en el personaje, el texto casi que se podría afirmar que sobra. Una mirada ya puede decirlo todo. Pero en este caso, el contenido  del mensaje era importante. Pero en vez de dejar que éste te domine y lanzarlo de cualquier forma, retenlo, juega con él, sé tú el que le domina y le da la forma  que precise, pero desde el contenido del lugar en el que tu personaje se encuentre –física y  emocionalmente-. Y es que no solo obtienes un resultado más óptimo, sino que además, te lo  pasas mejor. 

REFLEXIÓN PERSONAL SOBRE LAS OBRAS DE TEATRO EN ESCUELAS

Fue muy bello participar en nuestra muestra. Y a pesar de los impedimentos a los que tuvimos  que adaptarnos, creo que salimos bien parados. Inicialmente el uso de mascarilla y el tener que  respetar la distancia de seguridad nos daba mucha fatiga, pero oye, esta lacra se acabó  convirtiendo en un motivo para escudriñarnos los sesos, darle rienda suelta a la creatividad, y  como antes mencionaba, conseguir efectos a nivel dramatúrgico muy interesantes.

Si es que en el Arte, todo conflicto, drama o problema se acaba convirtiendo en una oportunidad para crear  algo nuevo. Y ahora, puedo afirmar orgullosamente que he podido participar en una muestra  donde la mascarilla formaba parte de la ficción. 

CONCLUSIÓN

Centrándome en el Teatro, éste habla de la vida, de cómo somos nosotros. Y con la situación  actual, es prácticamente imposible que no aparezca nada de ella reflejado en él, sea de manera  directa o indirecta, más clara o algo más escondida. Si no, al menos, ahora ciertos temas, escenas  y conflictos nos remueven de manera distinta, tanto al público como a los mismos intérpretes.  Y haciendo referencia al aislamiento forzoso que hemos vivido tras La Gran Encerrona, la mágica  fuerza de conexión que tiene el Teatro ahora es más necesaria que nunca. No solo entre el  público con la historia y aquello que queramos expresar, sino que también con nosotros mismos,  los actores.

Sin ir más lejos, al actor que hacía de mi hijo ahora le tengo un cariño tan especial  que le considero como parte de mi familia. Y no solo él, pues desde otras muestras que he  realizado anteriormente, que tengo una esposa, una novia y otras dos hijas más. Que sí, todo lo  que hacemos en escena es ficción, pero los actores no dejamos de ser personas que trabajamos  con nuestros propios sentimientos, y que todo lo que ocurre en escena lo vivimos desde la más  pura realidad (o al menos a eso aspiramos). Y esa nueva vida, y todos estos nuevos lazos que se crean, forman parte de la magia del Teatro, del Cine, y hacen que el Arte Dramático sea único. 

DESPERTEMOS 

Os aconsejo de corazón que veáis este musical. Y que reflexionéis un poco al respecto. Aunque  para muchos “Totally F*cked” sea la canción principal de la función, para mí siempre lo ha sido  el “Word of your body”. Pues desde mi punto de vista, en esencia, el Despertar de la Primavera  es sensibilidad. Una sensibilidad que se ve corrompida por las imposiciones de un mundo  cuadriculado lleno de normas por unos mandamases inflexibles. Que provocan que los pobres  jóvenes se desborden y acaben cayendo en la desgracia, cuando lo único que buscaban era  conocerse, entender qué les pasa y disfrutar de la belleza de la vida. No dejemos que las normas  y las imposiciones nos hagan estrellarnos. Tengamos un poco más de empatía. Reconectemos  con nuestro niño interior. Y que este maldito dictador vírico no consiga vencer a nuestro afán  de ir al Teatro para que nos sigan contando cuentos. 

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